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Factores de transferencia: un mensaje esperanzador en la lucha contra el cáncer

Nuestro sistema inmunológico ha sido entrenado desde hace millones de años para afrontar cualquier enfermedad. Esta capacidad se transmite a través de los llamados Factores de Transferencia, que se hallan en el calostro (leche de las primeras 24 horas después del parto) y que son los que permiten que un recién nacido sobreviva en un ambiente adverso cuando aún es débil. Toda madre que amamanta a su bebé le transfiere su inmunidad (toda la información que ha recopilado su sistema inmunológico durante toda su vida) a través del calostro.

En 1909, el científico Paul Ehrlich afirmaba que la incidencia del cáncer sería mucho más devastadora si no fuera por la vigilancia del sistema inmune, que identifica y elimina las células tumorales recién divididas. Cincuenta años después, dos científicos: Lewis Thomas y Frank MacFarlane Burnet, descubrieron que un tipo especial de célula inmunitaria-la célula T- era el centro de la respuesta inmune sobre el cáncer.


Cuarenta años más tarde (26 de abril de 2001) se presentaba la evidencia experimental en un documento que demostraba inequívocamente que el sistema inmune impide a los tumores desarrollarse, efectuando un papel protector frente al cáncer.

El doctor  Sergio Estrada, especialista en Bacteriología, Parasitología e Inmunología, y que lleva más de 30 años trabajando con los factores de transferencia, asegura que en países como China este tratamiento coadyuvante es ampliamente utilizado para combatir enfermedades virales como la hepatitis B y C que pueden degenerar en hepatocarcinomas o cirrosis. Los tratamientos contra el cáncer suelen ser muy caros, pero el factor de transferencia es un inmunomodulador al alcance de todo el mundo, fácil de preparar y mucho más barato.

El descubrimiento de los factores de transferencia le debe su existencia al pionero en Inmunología, el Dr. H. Sherwood Lawrence. En 1949, Lawrence descubrió que al inyectar un extracto de los leucocitos provenientes de una persona previamente infectada con tuberculosis en una persona hasta el momento no infectada, se le otorgaba inmunidad al receptor, lo que le permitía escapar de la infección. El Dr. Lawrence le dio el nombre de factor de transferencia al extracto y la posibilidad de compartir la inmunidad natural entre personas e incluso entre animales y personas se hizo realidad. Lawrence descubrió y demostró algo muy importante: que la "experiencia inmunológica era transmitida sin necesidad de inocular anticuerpos reales ya que bastaba con los factores de transferencia, proteínas de bajo peso molecular.

Es importante entender que los factores de transferencia no transfieren anticuerpos ni los crean directamente, sino que su función es enseñar a las células del sistema inmune a reconocer antígenos específicos que podrían pasar inadvertidos.

¿QUÉ SON LOS FACTORES DE TRANSFERENCIA?

Los Factores de Transferencia son pequeñas moléculas de proteínas que se encuentran en el calostro de los mamíferos y cuya misión es transferir la "experiencia inmunológica" de la madre al recíen nacido para facilitar su supervivencia. Esta experiencia inmunológica puede compararse con una bilioteca que contiene toda la información gracias a la experiencia acumulada por el sistema inmunológico de las madres con instrucciones de cómo debe actuar ante cada amenaza. 
En el calostro también se encuentran otros componentes de gran importancia inmunológica como los polipéptidos ricos en prolina y la lactoferrina, inmunogloulinas, factores de crecimiento y reparación, etc., hasta un total de 250 componentes.

Las especies ovíparas también transfieren la "experiencia inmunológica", pero en este caso la depositan dentro del huevo.

Para entender cómo funcionan los factores de transferencia, podemos pensar en los dichos factores almacenando "fotografías químicas" de los virus, bacterias, hongos y parásitos con los que estuvieron en contacto en su propio organismo o en el de otros, transmitiendo esa información a las células encargadas de combatir la enfermedad. 

Esto abre un campo de posibilidades infinitas, según el doctor Sergio Estrada: "Los factores de transferencia son útiles en las enfermedades producidas por bacterias, virus, levaduras y hongos. Es el caso de enfermedades tan distintas como la tuberculosis (meningeal, renal y cutánea), la lepra, la coccidioidomicosis, la diabetes tipo II, las dolencias renales, la otitis, el herpes Zoster y simple, la hepatitis B, la toxoplasmosis, la leishmaniosi, el asma, la dermatitis atópica, la rinitis, la artritis reumatoide, la psoriasis, la esclerosis múltiple o el sjogren, entre otras muchas. Y lo
mismo cabe decir en los casos de cáncer de riñón y próstata así como en melanomas y linfomas."

¿DE DÓNDE SE OBTIENEN?

Por razones éticas, los factores de transferencia no se extraen del calostro femenino, pues implicaría quitarle este preciado alimento a los bebés para elaborar un producto comercial.

El doctor Estrada ha centrado su trabajo en la obtención de los factores de transferencia a partir de la sangre. "Se obtienen -nos explica- rompiendo los glóbulos blancos o leucocitos de la sangre y metiendo lo obtenido en una bolsa de diálisis con una malla muy fina que sólo permite la salida de moléculas muy pequeñas (de 10 kilodaltones o menores) por lo que no pueden pasar virus, bacterias u hongos. Pues bien, el extracto de leucocitos obtenido contiene un factor capaz de transmitir la respuesta inmune positiva del donante al organismo receptor. Tal es el factor de transferencia y tiene una actividad terapéutica extraordinaria, innegable".

Los éxitos cosechados por el doctor Estrada llevaron al especialista en Oncología del Hospital Mocel, el doctor Abelardo Monges Nicolau, a probar los factores de transferencia en pacientes con cáncer. Después de diez años afirma: "La verdad es que estoy impresionado con los resultados. Básicamente los utilizo como método coadyuvante de la quimioterapia y debo decir que la expectativa de vida -en todo tipo de cánceres y metástasis- es muy superior a la obtenida con la simple aplicación de los métodos convencionales. A pesar de lo cual la falta de fondos -mal al
parecer estructural en México donde hemos visto prometedoras investigaciones que no ven nunca la luz por falta de apoyo económico- ha imposibilitado hasta el momento -confiesa  Monges- la realización de los caros estudios exigidos para la obtención del reconocimiento oficial."

En el siguiente vídeo el doctor en Química Bioorgánica William J. Hennen (internacionalmente conocido por sus conocimientos sobre el papel de la nutrición para prevenir enfermedades) nos habla sobre los factores de transferencia: 

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