Conocida por sus propiedades desintoxicantes, la chlorella es una microalga verde de agua dulce que ha despertado la curiosidad de la comunidad científica gracias a sus numerosas propiedades beneficiosas para la salud.
El término Chlorella (nombre común: clorela) deriva de la palabra griega "chlorós" que significa "verde-amarillo", sumada a la terminación latina diminutiva "-ela" (pequeña). Tanto es así que esta alga esférica diminuta mide de 2 a 10 micras de diámetro, por lo que se necesita un microscopio para verla bien.
Las algas verdes son la mayor fuente de clorofila, pero la chlorella tiene el honor de ser la que tiene el mayor porcentanje de clorofila de todas las plantas terrestres o acuáticas del planeta, aparte de ser uno de los alimentos más completos, debido a su alto contenido en enzimas, minerales y vitaminas (incluyendo el complejo completo de vitamina B, entre ellas la B12 o cobalamina). También contiene suficiente betacaroteno (provitamina A) como para ser un gran antioxidante y 8 aminoácidos esenciales, que son los bloques constructores de las proteínas.
Una vez desecadas, su composición es de aproximadamente un 45% de proteína, 20% de carbohidratos, 20% de grasa, 5% de fibra y un 10% de vitaminas y minerales.
HISTORIA DE LA CHLORELLA
Esta forma de vida surgió hace 2,5 millones de años y fue la primera planta con un núcleo bien definido. Existen fósiles del período pre-Cámbrico que indican claramente la presencia de chlorella.
Algunos científicos afirman que durante la época más remota de la Tierra la atmósfera habría estado compuesta por gases letales, tales como: el amoníaco, el metano y el dióxido de carbono. Esta teoría sostiene que las plantas verdes, como la Chlorella, habrían desempeñado la función de transformar ese medio letal en un ambiente capaz de sostener la vida de plantas y animales.
Las algas verdes son esenciales para la vida gracias a la fotosíntesis (proceso encargado de extraer de la atmósfera el dióxido de carbono-un gas venenoso-, liberando enormes cantidades de oxígeno necesarias para el sostenimiento de la vida).
Asimismo se sugiere que la chlorella podría ser el primer eslabón de la cadena alimenticia (fue la primera planta unicelular con un núcleo bien definido dentro de su membrana celular. Si hubiera sido la primera planta en la tierra, las restantes formas de vida no hubieran podido evolucionar sin ella.
El alga chlorella no fue descubierta hasta 1890 por el microbiólogo holandés M. Beijernick, gracias a la fascinación que sintió al observar una laguna de color verde oscuro lo que le llevó a examinar bajo el microscopio el agua de dicha laguna.
Durante la Segunda Guerra Mundial científicos alemanes realizaron experimentos para utilizar la chlorella como alimento en tiempos de guerra. Tras la Segunda Guerra Mundial, partiendo de las investigaciones alemanas, el Instituto Carnegie desarrolló un método para cultivar la chlorella a escala comercial.
Finalmente, se demostró que el cultivo a gran escala, para paliar la escasez de alimentos, no era viable, pues presentaba muchas dificultades.
Asimismo, para que la chlorella fuera realmente productiva debía cultivarse en agua mineral, bajo la luz solar directa, lo que incrementaría notablemente los costes de producción.
Bajo las condiciones requeridas, la chlorella se divide en cuatro células hijas en menos de 24 horas. El ciclo de vida de la chlorella depende de la fuerza de la luz del sol, la temperatura y la disponibilidad de nutrientes.
Por si fuera poco, la dificultad de hacer digerible la chlorella (carecemos de las enzimas necesarias para romper su pared celular), impidió que la producción a escala comercial no se materializara.
Esta dificultad a la hora de digerir la chlorella se debe a su resistente membrana celular. Esta se cree que es la razón por la cual esta microalga sobrevivió a los cataclismos y cambios climáticos durante tantos millones de años gracias a la extrema dureza de su membrana celular, capaz de aislar y proteger el material genético hallado en el interior de la célula. Sin embargo, durante la década de 1970, una firma japonesa, (bajo la dirección del Sr. Hideo Nakayama del Sun Chlorella Corporation), desarrolló un procedimiento llamado "Dyno-Mill" que rompe las membranas celulares sin eliminarlas del producto, aumentando la digestibilidad del producto en un 85%.
Actualmente la chlorella se encuentra ampliamente difundida en forma de comprimidos, en polvo... siendo lo suficientemente digestiva como para administrársela a los niños, gozando de gran prestigio entre los pediatras orientales.
PROPIEDADES DE LA CHLORELLA Y SU INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
- Desintoxica eficazmente el organismo.
Si por algo es conocida la chlorella, es por su capacidad desintoxicante y depuradora del cuerpo de metales pesados como: el mercurio, plomo, cadmio, uranio, pesticidas, herbicidas, toxinas, radiaciones,... Esta propiedad se debe tanto a su alto contenido en clorofila, como a la estructura de su membrana celular. Por esta razón, los suplementos incluyen en su composición las membranas de las células, pero hay que asegurarse de que el suplemento de chlorella que compremos haya sido tratado para hacer más digerible dichas membranas.
En 1950 un estudio publicado en Experientia, informaba de que un grupo de cobayas que habían sido alimentadas con una dieta rica en clorofila proveniente del alga chlorella, evidenció una resistencia a los efectos dañinos de los rayos X.
El Dr. Tchimura, de la Universidad de Toyama, administró 30 comprimidos diarios de chlorella a unos pacientes afectados de "itai-itai"(enfermedad extremadamente dolorosa causada por una intoxicación de cadmio).
Después de una semana de tratamiento con chlorella, los pacientes con síntomas de segundo grado experimentaron una reducción del dolor. También se evidenció que los pacientes excretaban una mayor cantidad de cadmio en la orina y excrementos.
Por otra parte, un estudio realizado en 2011 para investigar la influencia de la chlorella en la excreción de metilmercurio, constató una reducción significativa de los niveles de mercurio en el riñón y en el cerebro. Estos resultados sugieren que un consumo continuo de "beijerinckii Parachlorella" acelera la excreción de metilmercurio, disminuyendo de este modo los niveles de mercurio en los tejidos.
Cabe destacar que la ingesta continua de chlorella durante el embarazo suprime la transferencia de metilmercurio para el feto, suprimiendo por ende la acumulación de metilmercurio en los cerebros de las madres.
-Es un gran limpiador del intestino y otros sistemas de excreción, gracias a su alto contenido en clorofila.
La chlorella estimula y normaliza un intestino poco activo. El Dr. Motomichi Kobayashi, director de un hospital en Takamatsu (Japón), prescribe chlorella a todos sus pacientes que sufren de estreñimiento.
En 1957, el doctor Takechi y sus asociados en Japón, descubrieron que la chlorella promovía el rápido crecimiento de una de las bacterias que aseguran una buena salud del colon: Lactobacillus, Streptococcus y Bifidobacyerium, generando un efecto probiótico.
También neutralizan sustancias venenosas contenidas en algunos alimentos y hasta fabrican parte de la vitamina B12 que necesitamos.
La clorofila presente en la chlorella ayuda a mantener limpio el intestino mientras que la membrana dura de celulosa, que no se digiere, se une al cadmio, plomo y otros metales pesados, expulsándolos fuera del cuerpo. La singular estructura de su membrana celular cuya capa más externa (tiene tres) esta formada por una sustancia carotenoide polimerizada (esporopolenina) que logra absorber y almacenar el elemento tóxico para después eliminarlo del cuerpo a través de las heces. La capa del medio (la más gruesa) restablece el peristaltismo, combatiendo así el estreñimiento.
-Previene la constipación y combate las infecciones.
El aumento de bacterias beneficiosas provocado por un consumo de chlorella puede ser muy beneficioso para las personas afectadas por candidiasis (infección provocado por el hongo Candida albicans).
Un experimento científico llevado a cabo en el año 1973 demostró las propiedades inmunoestimulantes de la chlorella. Las ratas que fueron inyectadas con extracto de chlorella produjeron macrófagos (elemento clave del sistema inmunológico), aumentando su capacidad eliminatoria de partículas extrañas dañinas para nuestro cuerpo.
Con la administración del extracto de chlorella se logró que un grupo de ratas, a los que se les había deprimido artificialmente su sistema inmunológico, recuperara totalmente los niveles de macrófagos y anticuerpos.
Una sustancia extraída del material nucleico de la chlorella, llamada "Chlon A", estimula la producción de interferón y ayuda a proteger las células de los virus.
-Estimula la reparación de tejidos dañados
Es útil, por ejemplo, en casos de úlcera gástrica y duodenal, ya que estimula las celulas de la mucosa, favoreciendo su cicatrización.
La primera demostración de que la clorofila estimula la regeneración de los tejidos se llevó a cabo en 1930, cuando Rollet y Burgi comprobaron que el extracto de plantas verdes promovía el crecimiento de los tejidos en cultivos.
En 1943, un grupo de médicos de una escuela de medicina de Nueva York estudiaron los efectos de una aplicación de ungüento de clorofila en solución acuosa en distintos tipos de úlceras de la piel, descubriendo que la mayoría de los casos (19 de 25) respondieron favorablemente al tratamiento. La clorofila produjo un efecto estimulante sobre el tejido de sostén, promoviendo así una curación rápida.
Es la única planta del mundo con factor de crecimiento (CFG), sustancia que contiene ADN y ARN y que favorece un buen sistema inmunitario y ayuda a reparar los tejidos del organismo
-Reduce el dolor en pacientes con fibromialgia.
En el año 2000 se realizó un estudio piloto en pacientes con fibromialgia, los cuales consumieron 10 gramos de chlorella en comprimidos y 100 ml de chlorella en forma líquida. Los síntomas fueron medidos al comienzo del estudio y después de dos meses de tratamiento con chlorella: los pacientes reportaron una reducción significativa del 22% del dolor y un tercio de los pacientes aseguraron que su salud mejoró después de consumir chlorella.
-Es un excelente tónico para la sangre (sobre todo en caso de anemias).
Las células de clorofila y las de los glóbulos rojos son similares (estructuralmente hablando). Sólo se diferencian por un átomo central, que en la hemoglobina es Fe y en la clorofila es Mg.
La chlorella contiene altos niveles de hierro, por lo que las mujeres cuya pérdida excesiva de hierro, debida a abundantes menstruaciones, pueden optar por consumir esta alga. Pero conviene comprobar los niveles de hierro en sangre para que no sobrepasen los límites saludables.
Se realizó un estudio científico cuyo objetivo era investigar los efectos preventivos del suplemento de chlorella sobre la anemia del embarazo y la preeclampsia (afección que se caracteriza por la existencia de hipertensión inducida por el embarazo y proteinuria).
El embarazo se asocia con la anemia en aproximadamente el 18% de las mujeres de los países industrializados. De hecho, la anemia y la hipertensión inducida por el embarazo son comunes, convirtiéndose en un trastorno potencialmente peligroso en el embarazo.
Ha sido previamente analizado en ratas que las dietas con chlorella eran capaces de aumentar el contenido en hierro ayudando a mejorar la anemia. Estos resultados se replicaron en las mujeres embarazadas administrando 6g de Chlorella en el periodo de tiempo que va desde las 12-18 semanas de gestación hasta el parto. La chlorella se asoció con un número significativamente más alto de hemoglobina (5,6%), hematocrito (6,3%), y el recuento de glóbulos rojos de la sangre (4,7%) en comparación con el control (no ciego). La cantidad de mujeres que quedan por encima de un 11 g / umbral dl para la concentración de hemoglobina fue significativamente mayor con Chlorella. También aporta grandes cantidades de ácido fólico y vitamina B12.
Asimismo en el grupo al que se le administró la chlorella, la incidencia de proteinuria (presencia de proteínas en la orina) y edema, fueron significativamente más bajos en el tercer trimestre.
DOSIFICACIÓN Y POSIBLES EFECTOS SECUNDARIOS
Una dosis de mantenimiento de los comprimidos de chlorella en personas con buena salud es de 15 comprimidos al día (3g) o 30 ml., (si es en extracto), aunque según la gravedad del problema a tratar podría aumentarse la dosis hasta tres veces al día, dependiendo de sus necesidades específicas. Normalmente hay que esperar de tres a cuatro semanas para obtener los resultados deseados.
-Para una correcta desintoxicación conviene ingerir la chlorella con el estómago vacío.
-En personas que consuman dosis muy elevadas de chlorella puede favorecer la aparición de fotosensibilidad.
-Debido al aumento del peristaltismo intestinal, (que favorece la curación del estreñimiento), puede ocasionar la formación de gases y flatulencias.
IMPORTANTE: No debemos confundir el alga chlorella con el alga espirulina: la chlorella es un alga redonda y unicelular de color verde amarillo, mientras que la espirulina es en forma espiral y de color verde azulado. No existe ningún inconveniente en combinar la ingesta de estas dos algas, pues ambas son desintoxicantes y una fuente de numerosos beneficios para la salud.
FUENTES: http://www.naturalways.com/chlorella-healing-properties.htm
http://tuberose.com/Chlorella.html
http://examine.com/supplements/Chlorella/
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