La impotencia sexual masculina o disfunciÃ³n erÃ©ctil

La impotencia es una disfunción sexual, que se caracteriza por una incapacidad, repetida en el tiempo, para conseguir y / o mantener una erección que permita una relación sexual satisfactoria. En algunos casos, el pene consigue la erección en parte, pero no lo suficiente para tener relaciones sexuales correctamente. En algunos casos, no hay hinchazón o plenitud del pene en absoluto.

ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS SOBRE LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL

Durante mucho tiempo la impotencia se consideró degradante por lo que muchos hombres ocultaban la enfermedad, evitando la visita al médico.

Se trata de una enfermedad muy frecuente, llegando a afectar al 50% de los hombres mayores de 60 años.

Algunos estudios sobre la incidencia de la disfunción eréctil indican datos alarmantes: el “Massachusetts Male Aging Study” (MMAS), que incluyó a 1.290 varones de entre 40 y 70 años, mostró una prevalencia de disfunción eréctil del 52%: de disfunción eréctil mínima el 17%, moderada el 25% y completa el 10%.

En un estudio recientemente publicado por la asociación para la investigación en disfunciones sexuales en atención primaria (AIDS-P), realizado en 3.600 hombres de entre 18 y 95 años, que acudían a consultas de atención primaria por cualquier otro motivo, en 720 centros de salud de toda España, centrado en la detección de disfunciones sexuales, refleja unas tasas de prevalencia global del 42%, siendo ésta la alteración sexual más frecuente. sta prevalencia aumenta con la edad (8,6% en varones de 25 a 39 años, 13,7% de 40-49 años, 24,5% entre 50 y 59 años y 49% en sujetos de 60 a 70 años), afectando a entre 1,5 y 2 millones de varones españoles.

En la actualidad se sabe que más de un 80% de los casos de impotencia son causados por problemas físicos, relacionados, en su mayoría, con el deficiente suministro de sangre al pene. Esta teoría ya fue elaborada por Leonardo da Vinci en el año 1505, cuando relacionó la erección con la circulación sanguínea. Pero desgraciadamente sus escritos fueron mantenidos en secreto hasta principios del siglo XX, hecho que llevó a un retraso en el conocimiento científico de la impotencia.

CÓMO DETECTAR LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL

En la mayoría de los casos la impotencia se presenta de manera gradual, lo que impide a muchos hombres darse cuenta del problema. Debido a ello, suele consultarse al médico en etapas tardías de la enfermedad, momento en el que el pronóstico de curación es más adverso porque los mecanismos de la erección ya se encuentran muy dañados.

El primer aviso de una disfunción eréctil es la aparición de “fallos eventuales” en los que no se consigue la erección o ésta es débil. Estos primeros “fallos” suceden con más frecuencia en estados de estrés psicológico o físico.

Conviene señalar que el estrés no es el causante, sino que los problemas de erección en las primeras fases son más evidentes en situaciones de tensión. Muchos hombres no buscan ayuda médica porque asocian la disfunción al cansancio, a las preocupaciones, al estrés,…cuando en realidad es un problema de erección real, cuyas causas debe valorar un médico.

A medida que la enfermedad avanza, los problemas de erección aparecerán también en estados de relajamiento. Posteriormente notará que no puede mantener relaciones sexuales en días consecutivos, pudiendo pasar días hasta conseguir la erección necesaria para una relación sexual. En este proceso gradual de "fallos"en la erección, el hombre va perdiendo la seguridad en sí mismo, factor que afecta negativamente al desarrollo de la enfermedad.

Posteriormente, notará que no puede mantener relaciones sexuales en días consecutivos, pudiendo pasar días hasta que pueda conseguir una erección suficiente para lograr mantener dicha actividad sexual.

Otro síntoma es que cuando se expulsa el semen, éste chorrea: sale sin fuerza y sin presión.

Asimismo, se percatará de que las erecciones matutinas, durante el sueño y a lo largo del día, disminuyen. Son cada vez menos intensas y frecuentes.

Cuando los problemas de erección ya son evidentes, las fallas son cada vez más frecuente y algunas veces, mantener relaciones sexuales resulta casi imposible. En esta etapa el pene gradualmente, pierde firmeza, y en vez de apuntar hacia arriba, adquiere una posición más horizontal. Según avanza el problema, el pene apunta hacia abajo debido a la erección débil.

Cuando ocurren estas fallas, muchos hombres piensan equivocadamente que la pérdida de dureza del miembro ha sido debido a una distracción.

Es en esta etapa cuando muchos hombres, acuciados por una gran vergüenza y sumado a razones culturales, evitan consultar al médico. Desgraciadamente, en esta etapa surgen la falta de deseo y los conflictos de pareja. Muchos recurren a otro tipo de estímulos: pornografía, les piden a su pareja que los estimule por períodos de quince, veinte minutos o más para conseguir una erección suficiente. Algunos afectados por esta enfermedad, aferrados en la búsqueda de una "solución" optan por probar con una nueva pareja, pensando que el problema proviene de su actual pareja, dándose cuenta al final de que los problemas de erección no provienen de otra persona.

CAUSAS DE LA IMPOTENCIA

La impotencia rara vez es causada por un problema psicológico. Generalmente, el estrés, la tensión laboral,... afectan la erección de aquellos que ya tienen un problema físico de fondo y del que todavía no se han percatado. Por ello es muy importante la visita al médico para detectar la causa de esta enfermedad.

Cerca del 90% de los casos de impotencia son causados por estas enfermedades:

Diabetes
Presión sanguínea alta
Alteraciones del tiroides
Alteraciones en los testículos
Colesterol y triglicéridos altos
Alteraciones cerebrales tales como: prolactinomas y problemas hipofisiarios e hipotalámicos
Mal funcionamiento del hígado
Efectos seccundarios de algunos medicamentos usados para el tratamiento de la presión alta, para la gastritis, etc
Consumo de drogas como la marihuana, el alcohol, tabaco, cocaína, anfetaminas, morfina, etc...

TRATAMIENTO DE LA IMPOTENCIA

EL tratamiento será determinado por su médico, basándose en las causas de la disfunción eréctil.

Los medicamentos como la Viagra, Herex, Quantum, Ciallis o Levitra pueden presentar interacciones graves con otros medicamentos o tener efectos perjudiciales en la salud.
En un artículo publicado en el "Sunday Times" se afirma que la Viagra "fue lanzada hace una década como la píldora del amor para los impotentes. Pero Viagra está causando tanto dolor como placer".
Estos medicamentos deben usarse sólo bajo prescripción médica y con un seguimiento de la evolución. No seguir las recomendaciones del médico o automedicarse con Viagra podría generar infertilidad y lesiones irreparables. Cualquier síntoma que experimente, fuera de lo habitual, es causa obligada de visita al médico urgentemente.
La terapia de reemplazo hormonal con testosterona sólo ayudaría en casos en los que se presente una deficiencia de testosterona. Los suplementos de testosterona NO se recomiendan para los hombres que tengan un nivel normal de testosterona, ya que pueden ocasionar agrandamiento de próstata y otros efectos secundarios.
Este tratamiento hormonal está disponible en forma oral y en parches para la piel.
Una vida sana, con una dieta rica en frutas y verduras y legumbres, con una ingesta adecuada de líquidos y con la realización de ejercicio físico es la mejor manera de prevenir los problemas de erección o evitar el avance de la disfunción eréctil.
Como ya se ha señalado anteriormente, una visita al médico en una etapa temprana de la enfermedad, permite superar totalmente esta enfermedad.