El uso regular de un jabón de propóleo ayuda a plantar cara al acné, gracias a su acción desinfectante y bactericida ( entre otras muchas virtudes terapéuticas ). Este producto artesanal también resulta beneficioso para proteger la piel afectada por la psoriasis o la dermatitis, favoreciendo la curación de heridas y previniendo la aparición de hongos.
El propóleo es una sustancia resinosa que las abejas obtienen de las yemas de los árboles, tras procesarla en la colmena.
La siguiente receta de jabón se combina con la acción cicatrizante de la caléndula, proporcionando resultados más rápidos en la curación de las lesiones del acné y la recuperación de la piel.
INGREDIENTES:
- 1 Kg de glicerina blanca o incolora ( de venta en farmacias )
- 30 ml de extracto de propóleo ( de venta en herboristerías )
- 10 g de flores secas de caléndula ( en herboristerías )
- 30 g de azufre ( en farmacias )
- Molde para el jabón
PREPARACIÓN:
- Derretimos la glicerina al baño maría hasta que se ponga totalmente líquida.
- Añadimos la caléndula. Quitamos la olla del fuego y revolvemos con cuidado la mezcla, añadiendo el extracto de propóleo y el azufre.
- En un molde previamente aceitado, vertemos la mezcla y dejamos enfriar ( si se desea, se puede meter en el frigorífico ).
- Desmoldamos ( si el jabón no cae fácilmente es que aún no está bien solidificado, por lo que lo volvemos a meter en la nevera ).
- Una vez desmoldado, puedes cortarlo y guardar el resto con papel film para que no se humedezca.
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