Tras las bellas y coloridas flores de la caléndula se esconden numerosas propiedades calmantes y anti-inflamatorias, que resultan una bendición para las pieles más sensibles.
La Calendula officinalis, comúnmente llamada caléndula, maravilla o flamenquilla, es una planta rica en flavonoides que ayuda a reducir las inflamaciones. Esta propiedad anti-inflamatoria la convierte en el corticoide más poderoso de la naturaleza.
En la medicina popular se utiliza como antiespasmódica, emenagoga, fungicida, antibacteriana y colerética. Asimismo, nos ayuda a eliminar las verrugas de origen vírico, gracias a su contenido en ácido acetilsalicílico.
A continuación te enseñamos cómo elaborar tu propio oleato de caléndula (que debemos distinguir del aceite esencial, que es mucho más concentrado y se obtiene por destilación). Nuestro aceite infusionado u oleato lo obtendremos por maceración.
QUÉ VAS A NECESITAR PARA HACER LA MACERACIÓN:
- Flores secas de caléndula
- Aceite de oliva virgen extra (se puede sustituir por aceite de almendras)
- Un tarro de vidrio, hermético
- Una botella de vidrio, preferiblemente de color ámbar, para que nuestra preparación no se estropee debido a la acción de los rayos solares
- Colador
- Etiquetas adhesivas
- Tela de algodón 100%, para colar la preparación
MODO DE PREPARACIÓN:
- Vertemos las flores secas en un frasco de cristal (que previamente hayas esterilizado). Este frasco tiene que estar seco. Llenar hasta llegar a cubrir 3/4 del tarro.
- Cubrimos completamente con el aceite de oliva virgen extra. Con un palito de madera o con el mango de una cuchara de madera, nos aseguraremos de que las flores quedan bien cubiertas de aceite.
- Tapamos el tarro y le ponemos una etiqueta donde figure el nombre de la preparación y la fecha. Colocamos el tarro en un lugar donde pueda recibir los rayos del sol. Lo tapamos con un paño, y lo dejamos allí durante 40 días.
- Una vez transcurridos los 40 dias, colamos la preparación. Para ello utilizaremos un colador al que le habremos puesto una tela de algodón 100%. Nos aseguraremos de que escurrimos hasta la última gota de aceite.
Vertemos el aceite colado en un bote de color ámbar y le ponemos una etiqueta definitiva con la fecha y el nombre de la preparación.
IMPORTANTE: este aceite se conserva bien durante 6 meses, pero si quieres que dure más tiempo debes añadir vitamina E a la preparación final. Si bien es cierto que en cuanto notemos un cambio de olor o de color, debemos desecharlo porque puede haberse enranciado.
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