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Prevenir el ictus o infarto cerebral

Un Ictus cerebral, también llamado accidente cerebrovascular (ACV), infarto cerebral o apoplejía, es la interrupción del flujo sanguíneo al cerebro y el consecuente aporte de oxígeno que necesita para su funcionamiento. Su efecto depende de la intensidad y de la zona cerebral afectada. Es la tercera causa de muerte en el mundo occidental y la primera causa de invalidez permanente en personas adultas. 
El número de Ictus cerebrales que se producen al año en España se acerca a los 120.000,  por lo que puede considerarse una epidemia.

Existen dos tipos de Ictus cerebrales:

Isquémico: también llamado "infarto cerebral", se produce por el taponamiento de la arteria encargada de suministrar flujo sanguíneo con la consecuente interrupción súbita e inmediata del flujo sanguíneo, lo que genera la aparición de una zona infartada y es en ese momento en el cual ocurre el verdadero "infarto cerebral" y se debe sólo a la oclusión de alguna de las arterias que irrigan la masa encefálica.

Los accidentes cerebrovasculares isquémicos pueden ser causados por el taponamiento de las arterias. La grasa, el colesterol y otras sustancias se acumulan en la pared de las arterias y forman una sustancia pegajosa llamada placa.

AVC hemorragico - AVC isquémico

Hemorrágico: producido por la rotura de un vaso sanguíneo, debido a un pico de hipertensión o a un aneurisma congénito. 

La hemorragia conduce al ictus por dos mecanismos. Por una parte, priva de riego al área cerebral dependiente de esa arteria, pero por otra parte la sangre extravasada ejerce compresión sobre las estructuras cerebrales, incluidos otros vasos sanguíneos, lo que aumenta el área afectada. Posteriormente, debido a las diferencias de presión osmótica, el hematoma producido atrae líquido plasmático con lo que aumenta nuevamente el efecto compresivo local. Es por este mecanismo por lo que la valoración de la gravedad y el pronóstico médico de una hemorragia cerebral se demora 24 a 48 horas hasta la total definición el área afectada.

Las causas más frecuentes de hemorragia cerebral son la hipertensión arterial y los aneurismas cerebrales.

grafico sobre ataque cerebrovascular - ictus

SINTOMAS DE UN ICTUS CEREBRAL

 

Los síntomas del accidente cerebrovascular dependen de qué parte del cerebro esté dañada. En algunos casos, es posible que una persona ni siquiera se dé cuenta de que ha tenido un accidente cerebrovascular.

Los síntomas generalmente se presentan de manera súbita y sin aviso o pueden ocurrir a intervalos durante el primero o segundo día. Los síntomas por lo general son más graves apenas sucede el accidente cerebrovascular, pero pueden empeorar lentamente.

  • Dolor de cabeza: comienza repentinamente y puede ser intenso. Puede ocurrir al estar acostado, empeora cuando se cambia de posición o cuando se agacha, esfuerza o tose.
  • Cambio en la lucidez mental ( puede llegar a ser somnolencia, pérdida del conocimiento o coma ).
  • Cambios en la audición.
  • Cambios en el sentido del gusto.
  • Cambios en la sensibilidad que afectan al tacto y la capacidad para sentir el dolor, la presión o temperaturas diferentes.
  • Torpeza.
  • Confusión o pérdida de memoria.
  • Dificultad para tragar.
  • Dificultad para leer o escribir.
  • Mareos o vértigo.
  • Falta de control de esfínteres.
  • Pérdida del equilibrio.
  • Pérdida de la coordinación.
  • Debilidad muscular en la cara, el brazo o la pierna ( normalmente sólo en un lado del cuerpo).
  • Entumecimiento u hormigueo en un lado del cuerpo.
  • Problemas de visión que pueden incluir: disminución de la visión, visión doble o ceguera total.
  • Dificultad para hablar o entender lo que otros están diciendo.
  • Problemas para caminar.

 

detectar ictus

 

 

PREVENIR EL ICTUS

Según nos comenta Carlos Verdú, nutricionista del servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Nisa, "si añadimos una ración adicional al día de algún alimento indicado, se podría reducir entre un 40-60% la probabilidad de sufrir un ictus o de morir por su causa".

Un estudio noruego reveló que el riesgo de padecer un ictus era un 45% menor entre los hombres que consumían una buena cantidad de hortalizas.
El efecto protector de la zanahoria, la espinaca y otras hortalizas ricas en carotenos se debe a la actividad antioxidante del caroteno,  que evita que el colesterol se vuelva tóxico y forme placas o coágulos en las arterias.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Bruselas ha demostrado la importancia de tener mucho betacaroteno y otros tipos de vitamina A en el torrente sanguíneo en caso de sufrir un accidente cerebrovascular. Esa vitamina puede evitar la muerte o la invalidez, según los investigadores, quienes analizaron la sangre de 80 pacientes antes de cumplirse las 24 horas de haber sufrido el ictus y descubrieron que los pacientes con cantidades superiores de vitamina A, incluso betacaroteno, tenían mayores probabilidades de sobrevivir, de sufrir un menor daño neurológico y de recuperarse completamente.

También son ricas en betacaroteno las hortalizas de hojas de color verde oscuro ( col ) y las de color anaranjado oscuro ( boniato, calabaza,)

Asimismo, añadiendo una ración adicional ( 400 mg ) de alimentos ricos en potasio todos los días, se puede reducir en un 40% el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.Esta ración se obtiene, por ejemplo, con un trozo de pescado o un plátano.
El potasio ayuda a reducir la presión arterial y preserva la elasticidad y buen funcionamiento de las paredes arteriales, protegiendo a los vasos sanguíneos del daño producido por la presión alta.

Para tener una buena circulación sanguínea en el cerebro consuma pescado graso. Los ácidos grasos omega-3 hacen la sangre menos propensa a la coagulación, lo que previene la obstrucción de los vasos sanguíneos.

Nuevas investigaciones sugieren que las almendras ( aparte de prevenir la diabetes ), ayudan a controlar las tasas de colesterol e inhiben la absorción de grasas saturadas, tan importante en la prevención de un ictus.

Un estudio de casi 30 años de duración,  y realizado con 10000 individuos,  ha constatado que los que comen más manzanas son los que menos riesgo tienen de sufrir un ictus. Dos manzanas al día reducen los efectos del colesterol "malo" (LDL).

Se ha comprobado que media cuchara de canela diaria ayuda a evitar la formación de trombos y controla la tensión arterial. 

Un estudio reciente, en el que participaron casi 6000 mujeres de más de 40 años, realizado por médicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tohoku (Japón), reveló que las mujeres que bebían al menos cinco tazas de té verde al día tenían un 50% menos de probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular. El secreto está en sus flavonoides: fitoquímicos con capacidad antioxidante que reducen el riesgo de formación de trombos.

El chocolate negro (rico en cacao) es también una rica fuente de  flavonoides antioxidantes. Un par de onzas al día serían suficientes.

El licopeno, presente en los tomates, reduce la formación de trombos. Es importante señalar que la salsa de tomate contiene más licopeno que los tomates frescos porque este pigmento se libera con la cocción.

 

Las uvas blancas, moradas o negras, reducen los niveles de colesterol y la capacidad agregante de las plaquetas.

consejos para prevenir un ictus

A todo esto podemos añadir unos consejos básicos para la prevención de un accidente cerebrovascular:

  • Realizar ejercicio físico con regularidad.
  • Vigilar y controlar la tensión arterial.
  • Eliminar el tabaco y el alcohol y otras drogas.
  • Mantener un peso adecuado.
  • Controlar los niveles de azúcar.
  • Reducir el estrés.
  • Mantener un carácter positivo y sereno.
  • Conocer las señales de alarma.

¿SABIAS QUE...el riesgo de padecer un ictus aumenta un 40% por las mañanas? 

El organismo libera catecolamina, que aumenta la presión arterial, favorece una mayor agregabilidad de las plaquetas y, en consecuencia, un mayor riesgo de trombos. El riesgo de padecer un infarto, un ictus o un episodio de muerte súbita aumenta un 40 por ciento durante las primeras horas del día, concretamente entre las 06:00 y las 10:00 horas, ha destacado José Ramón González-Juanatey, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
Por ello, las personas con una presión arterial elevada y los cardiópatas deben de evitar practicar ejercicio físico en las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, en las que se vuelve a dar otro pico de presión arterial.

FUENTES:    ictuscerebral.com

                       nlm.nih.gov

                       neurorhb.com

                       plusesmas.com

                       www.strokestrike.com

 

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