Hola usuario, puedes conectarte o crear una cuenta

Artículo

El Dragón azul: el molusco que parece un pokémon

El Glaucus atlanticus , comúnmente conocido como Dragón azul, es un molusco nudibranquio (que no tiene concha) de la familia  Glaucidae. Es el único miembro del género Glaucus.

Aunque parece un personaje de ciencia ficción, es muy real. Su tamaño varía entre los 4 y 9 cm de largo. Posee seis apéndices, que se ramifican en rayos cerata, siendo los delanteros más grandes y fuertes.


Una de las mejores adaptaciones para la supervivencia del Dragón azul es su maravilloso camuflaje, ya que su color azul hace que se mimetize con su medio natural. Además su color brillante actúa como una advertencia para que el resto de los habitantes marinos no se lo coman, pues es venenoso.

En su parte ventral presenta un color plateado que hace que desde el aire se confunda con los reflejos del agua, evitando así ser visto por las aves. Y es que este curioso molusco flota boca arriba , con el vientre hacia el sol.
El motivo por el que flota al revés, es debido a que en su estómago se halla una burbuja de gas, que lo mantiene a flote.

HÁBITAT Y REPRODUCCIÓN

Son pelágicos (viven en aguas medias o cerca de la superficie). Puede encontrarse en el este y costa sur de Sudáfrica, la costa este de Australia y Mozambique y en aguas europeas.

En el ámbito científico todavía no tienen claro si esta babosa marina es capaz de moverse por sí misma o simplemente es arrastrada por la corriente marina.

En cuanto a su reproducción, el Dragón azul es hermafrodita, es decir, tiene los órganos reproductores masculinos y femeninos. Tras el apareamiento producen cadenas de 10 a 20 de diminutos huevos que fijan a elementos que se encuentran en el mar (como puede ser un trozo de madera) hasta que eclosionan.

ALIMENTACIÓN Y COMPORTAMIENTO

El Dragón azul posee unos dientes con rádula que le permiten alimentarse de otros organismos pelágicos de mayor tamaño.
Se alimenta principalmente de medusas, como la venenosa "carabela portuguesa"  (Physalia physalis ) y ello es posible gracias a su inmunidad ante los nematocistos de la carabela.


Aquí es donde reside su principal defensa: después de haberla consumido, el dragón azul almacena las toxinas (que se hallan en los nematocistos de la medusa) en unos sacos especializados que se encuentran en la punta de sus ceratas o "dedos" de sus extremidades.
Este veneno se transformará en uno más peligroso y mortal que el de la carabela, lo que le protegerá de posibles depredadores.

Cuando el Dragón azul es tocado por un "enemigo", las células tóxicas (que se almacenan en su intestino) se disparan hacia sus extremidades. Estas células son repuestas con otras ya almacenadas, manteniendo intacta su línea defensiva. 

Una vez más la realidad supera la ficción

Comentarios:


Compartir: