Hola usuario, puedes conectarte o crear una cuenta

Artículo

Consejos para fortalecer naturalmente los huesos y articulaciones

El sistema óseo es el armazón del cuerpo y está formado por 206 huesos, que además de proporcionar soporte al cuerpo, protege a los órganos internos, actúa como lugar de almacenamiento de minerales (en su mayoría calcio y fósforo) y proporciona médula ósea (cuya función principal es generar células sanguíneas).

Según la creencia popular, el hueso es una estructura inerte, sin vida. Pero nada más lejos de la realidad, pues el tejido óseo que lo forma es uno de los tejidos más vitales ya que conserva la capacidad embrionaria de regenerarse (cualidad que otros tejidos han perdido).

Nuestros huesos están sometidos a un continuo remodelado óseo, aunque dicha capacidad disminuye con el paso de los años. Dicho remodelamiento óseo se produce a partir de los componentes orgánicos del hueso, siguiendo las leyes de la física mecánica Newtoniana, lo que quiere decir que cuando vemos la estructura interna de un hueso, ésta nos indicaría las fuerzas que lo atraviesan ya que el tejido óseo se organiza siguendo las líneas de mayor tensión sufridas por el hueso.
Un ejemplo del efecto de estas fuerzas es lo que le sucede a los astronautas cuando realizan largos viajes espaciales o personas que se ven obligadas a permanecer inmovilizadas durante mucho tiempo. En estos casos la estructura ósea varía, perdiendo su trazado habitual y volviéndose una estructura débil, debido a la falta de estímulo mecánico provocado por la gravedad o las fuerzas de la tracción muscular.
Si llevamos una vida activa con actividad física, el hueso almacenará grandes cantidades de calcio pero si llevamos una vida sedentaria, nuestros huesos cederán ese calcio que ya no necesita para su funcionamiento habitual. Esta descalcificación acabará produciendo una osteoporosis.


ALIMENTACIÓN PARA UNOS HUESOS MÁS SANOS

Nunca es tarde para cuidar sus huesos. Los siguentes pasos le ayudarán a mejorar la salud de su sistema osteoarticular:

  • Tome a diario alimentos ricos en vitamina C, ya que esta vitamina contribuye en la síntesis de colágeno. El colágeno es una proteína que se encuentra en abundancia en los cartílagos y tendones. Los alimentos más ricos en vitamina C son: fresas, kiwis, naranjas, mandarinas, perejil, etc. La vitamina C aporta flexibilidad y firmeza a nuestras articulaciones.


 

  • Mantenerse bien hidratado es la mejor forma de garantizar la síntesis de tejido sinovial (fluido viscoso que lubrica las articulaciones durante el movimiento y que es rico en ácido hialurónico).
  • Consuma una dieta variada rica en calcio y vitamina D. Algunas fuentes de calcio son: yema de huevo, pescado e hígado, entre otras de origen vegetal que pueden ver en el siguiente cuadro:




  • Tome alimentos ricos en azufre. El azufre también contribuye en la síntesis de colágeno. Se halla en alimentos ricos en proteínas como la carne, pescado y huevos. También se encuentra en el ajo, la cebolla, las legumbres, las crucíferas o el puerro.
  • Complemente su dieta con un aporte adecuado de omega-3, ya que tiene propiedades antinflamatorias. Los ácidos grasos omega-3 los podemos encontrar en los alimentos de la siguiente tabla.
    Se recomienda comer pescado azul (sardina, caballa, salmón, atún, bonito) de 2 a 3 veces por semana. También se debe tomar un puñado (20-30 grs) de frutos secos.





  • Es muy importante mantener un aporte adecuado de proteínas. Los alimentos ricos en proteínas nos proporcionan los aminoácidos necesarios para la síntesis de colágeno. Entre todos los alimentos proteicos cabe destacar la gelatina de origen animal (también llamada colapez o cola de pescado), cuyo colágeno hidrolizado es bien asimilado por el organismo.

  • Añada alimentos antioxidantes en cada comida. Los antioxidantes previenen los procesos inflamatorios y protegen al organismo del daño oxidativo. Debemos garantizar, a diario, un buen aporte de verduras frescas, frutas,  hortalizas y aceite de oliva, entre otros.


     



    COMPLEMENTOS ALIMENTICIOS PARA PROBLEMAS OSTEARTICULARES

Los principios activos más comunes a la hora de tratar problemas de artrosis, osteoartritis y degeneración de cartílagos son: el condroitín sulfato y la glucosamina ya que tienen un efecto antinflamatorio.  Diversos ensayos clínicos llevados a cabo con condroitín sulfato para evaluar su eficacia en el tratamiento de la artrosis comparado con placebo o con antiinflamatorios, han demostrado que este producto es beneficioso para el alivio del dolor y la mejoría de la incapacidad funcional en estos pacientes, así como la reducción de la hinchazón y el derrame articular. Aunque el efecto clínico de este producto tarda entre 2 o 3 semanas en aparecer, puede alcanzar una eficacia global parecida a la de los antiinflamatorios y además su efecto perdura hasta 2 meses después de haber finalizado el tratamiento.

Por otra parte, la glucosamina (que se obtiene de los caparazones de los crustáceos como los cangrejos o langostinos) como suplemento dietético se emplea en la reconstrucción de cartílagos y es muy popular su uso entre deportistas para proteger sus articulaciones del desgaste.

Existen otras sustancias que podrían tener un efecto sinérgico al ser tomadas junto con sulfato de glucosamina. Es muy común encontrarla en suplementos para la salud articular, junto con condroitina (que aumenta la absorción de agua en el tejido conectivo) y MSM (reduce la rigidez).

Otros ingredientes con efectos sinérgicos suelen agregarse a estos suplementos como el ácido hialurónico, colágeno hidrolizado, la boswellia serrata (con efecto antinflamatorio) y la vitamina c (primordial para la formación de colágeno), entre otros.

El ácido hialurónico es el principal responsable de lubricar, aportar viscosidad y dar elasticidad a las articulaciones. Se obtienen mejores resultados inyectándolo directamente en la zona afectada (siempre bajo prescipción médica), pero también se puede tomar via oral.

 



La forma más segura y barata de ayudar a nuestras articulaciones es tomar un buen caldo hecho con huesos, como el que hacían nuestras abuelas. Para ver la receta, pulsa aquí:  Cómo hacer un caldo rico en colágeno


ANTES DE INICIAR CUALQUIER TRATAMIENTO DEBE CONSULTAR CON SU MÉDICO

Comentarios:


Compartir: